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Tendencias en la movilidad urbana y qué esperar en 2030

¿Cómo será la movilidad urbana en el futuro?

El IoT, la Inteligencia Artificial y las nuevas tecnologías digitales liderarán el desarrollo de las smartcities.

 

Para el año 2030 empresas y administraciones públicas deben trabajar en la misma dirección con el objetivo de conseguir ciudades adaptadas a la evolución tecnológica. La creación de smartcities debe seguir un plan estratégico y tener visión sobre las necesidades de los ciudadanos en cuanto a la movilidad y transporte. La regulación de grandes ciudades debe adaptarse a la misma velocidad que lo hacen las personas que viven en ellas. Según Miguel Ángel Díaz Camacho, director del Grado de Movilidad Urbana en la UCJC:

«Los humanos empezamos siendo nómadas y a raíz de descubrir la agricultura nos hemos ido asentando. La tendencia humana en cuanto a movilidad nos lleva a la no movilidad.»

Cada vez, el ciudadano medio necesita menos salir de su casa, en cuanto a tareas cotidianas se refiere. Las compras a través de Internet con envío a casa e incluso el teletrabajo es una realidad que poco a poco está cobrando mayor relevancia.

¿Cuáles son los retos tecnológicos para el año 2030?

1. Saturación de la ciudades

Uno de los mayores retos para el año 2030 es la saturación a la que se está llegando en las ciudades. Cada familia posee de 1 a 2 vehículos para poder desplazarse en su día a día. Esto sumado a las miles de familias que se conglomeran en los núcleos urbanos de las principales ciudades españolas (1.290.164 familias en Madrid) acusa gravemente los flujos de transporte. Frente a esta problemática se espera una priorización y un mayor control sobre los distintos medios de transporte de las ciudades.

Se espera un mayor control de la entrada y salida de los vehículos particulares en las ciudades para el año 2030. Según los expertos, incluso se llegaría a la prohibición absoluta del transporte privado en los núcleos urbanos más densos. Se baraja también la posibilidad de cargar al ciudadano por los costes que producen a los demás. Por ejemplo, que a un ciudadano que vive en la sierra de Madrid, se le cobre por permitirle aparcar su vehículo en el centro de la ciudad.

2. Tendencias del transporte

El mayor reto para la Administración pública es ofrecer Mobility as Service. Ofrecer una solución potente y alternativa para el transporte. De esta manera se plantea un nuevo paradigma para el año 2030 en el transporte. Como el carsharing, transporte público más dinámico y automatizado. También con nuevas maneras de moverse por la ciudad, como los patinetes o el alquiler de motocicletas por minutos. Estos son algunos de los nuevos frentes a los que las administraciones deben hacer frente. Pero, no debe ser una carrera entre compañías. Solo las compañías que consigan sumarse al movimiento a tiempo, podrán ajustarse al sector del transporte en las ciudades. Un claro ejemplo es la compaña automovilística Hyundai, que ha puesto en marcha un nuevo proyecto. Bajo el nombre VIVe, la compañía se ha lanzado a instaurar el carsharing en el ámbito rural.

3. Tecnología y transporte en 2030

La conectividad 5G y las nuevas tecnologías que se esperan para el año 2020, plantean un sistemas de transporte interconectado, ágil y dinámico que puede aportar numerosos beneficios no solo sociales sino medioambientales también.

El IoT podría permitir la automatización de todos los sistemas internos de transporte en una ciudad, lo que podría optimizar el transporte. Esto se traduciría en menos tiempos de espera, desplazamientos más rápidos, mayor seguridad. Mediante la Inteligencia Artificial, se podría crear un sistema de gestión interno que facilitase y optimizase los servicios que la ciudad ofrece.

Un ejemplo podría ser que la IA controlase el volumen de transportes públicos disponibles según la demanda.  Estas tecnologías desdibujan los parámetros pasados para crear una nueva manera de desplazarse en las ciudades. Tesla y sus coches autónomos es uno de los mejores ejemplos en los que se puede observar el uso de las tecnologías para la seguridad vial.

Problemáticas

Todo lo anterior suena muy idílico y utópico, pero es una realidad que puede estar mucho más cerca de lo que imaginamos. Estamos en un punto donde la innovación tecnológica lo permite. El problema viene de la mano de la inadaptabilidad de los organismos gubernamentales. La sociedad se está moviendo a ritmos muchos más rápidos de lo que lo hacen las leyes y las normativas sobre regulación del transporte.

Solo aparecen normativas que solucionan parcialmente los problemas a los que las sociedades de los núcleos urbanos se enfrentan. El reto de la administración pública debe ser la de unificar todos los medios de transporte en una sola aplicación o servicio. Plantear la movilidad de las smartcities como un servicio. La cantidad de datos de los que se disponen deben ser tratados para optimizar los sistemas

Un futuro brillante

Las innovaciones tecnológicas que aparecen a diario disparan potencialmente las acciones que se pueden tomar para solucionar los problemas de movilidad. Es un gran reto, no social, sino gubernamental, que se debe afrontar no buscando solo la solución parcial. Las ciudades inteligentes están más cerca a cada minuto que pasa, pero se ha de realizar una fuerte inversión de voluntad para hacerlas una realidad factible.

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