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Winter is coming, y no como nosotros esperamos.

Como si se tratara de una serie televisiva en la que se avisa sobre lo que va a ocurrir, esto es exactamente lo que está pasando hoy con la crisis del coronavirus. En este caso lo estamos viendo venir. Básicamente porque ya nos ha dado un buen golpe y ahora tan sólo está cogiendo fuerzas.

Parece que con la llegada del verano, la menor incidencia del virus y el vaciado de las UCIs, la cosa está controlada. Es posible que hoy lo esté (yo tengo mis dudas) pero lo más importante no es esto. Lo importante de verdad es que se mantenga controlada y los mantenimientos ya sabemos que no siempre son fáciles.

Cuando desarrollamos software por ejemplo, después de la entrega y go-live, llega el periodo de mantenimiento. Este periodo de duración indeterminada debe ser ‘un paseo’. Algo sencillo con una serie de tareas programadas todos los meses y algunas incidencias inesperadas que con el paso del tiempo van desapareciendo según la solución se estabiliza. Pues bien, en ocasiones, el mantenimiento se puede convertir en un infierno. Eso ocurre casualmente cuando el trabajo anterior (la calidad del desarrollo) no está a la altura. Esto pasa exactamente igual con lo que estamos viviendo. Mantener la situación controlada sólo sería posible si el trabajo realizado hasta ahora fuera excepcional. Ya sea por unos o por otros, el trabajo habrá sido muchas cosas pero excepcional, no.

Por ello es fundamental no relajarse ahora. No bajar los brazos y reconstruir todo lo que nos hemos dejado por el camino los últimos meses. Ahora tenemos una tregua que a buen seguro está limitada en el tiempo. Estamos quizás en el ojo el huracán donde todo parece más tranquilo pero aún nos queda salir y normalmente esto será más complejo porque llevas el cansancio acumulado.

winter is coming

La parte positiva es que hemos aprendido. Hemos visto lo que ocurre cuando un país se para (aún nos falta ver muchos de los efectos económicos que tendremos). Hemos visto lo que ocurre cuando una crisis sanitaria de este tipo te lleva por delante. Está en nuestras manos (no en la de los políticos) salir de la mejor forma. Cada persona desde su ámbito de trabajo, sea cual sea, debe aportar todo lo que esté en sus manos para estar preparados de cara a la siguiente oleada e incluso (por qué no?) salir reforzados.

Yo personalmente creo en esto y es lo que procuro llevar a cabo día tras día. No se trata de empresas, trabajadores, directivos, público, privado… ni por supuesto colores, se trata de colaborar y trabajar todos a una. Sin esta visión global de colaboración no lograremos reforzarnos, tomar impulso y reconstruir. No es momento de mirar por el interés propio sino por el común. Debemos ir más allá y salir de ese túnel que no nos deja ver con mayor amplitud. Todo lo que aportemos tendrá un retorno directo de manera individual y general.

Hacerlo debería ser sencillo teniendo en cuenta que no estamos hablando de otra cosa que no sea trabajo, responsabilidad, colaboración y optimismo. Cualquier pensamiento que nos aleje de esto serán cortinas de humo. Desvíos provisionales debidos a intereses concretos. Cualquier corriente que no empuje por un objetivo común hará que no estemos preparados. Y que llegado el momento, sea demasiado tarde para reaccionar. Precisamente por esta razón es importante no ser reactivos sino todo lo contrario. La proactividad y anticipación del riesgo será la clave para llegar a buen puerto.

En el caso de juego de tronos, estuvimos escuchando el famoso ‘winter is coming’ durante 7 años. En el mundo real sólo tenemos 3 meses. Si sabemos que llega el invierno, abriguémonos, hagamos acopio, aseguremos que la primera línea está más fuerte que nunca y sobre todo demos el máximo de nosotros mismos.

Juan Quintanilla, CEO de Syntonize.

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