¿Puede la IA juzgar los actos humanos?

No es ningún secreto que que la inteligencia artificial cada día va ocupando poco a poco terreno en nuestras vidas, y ha llegado para quedarse. Uno de esos terrenos donde la IA trata de hacerse hueco es en los juzgados y tribunales. Sin embargo cada vez que se nos pasa por la cabeza una máquina haciendo de juez se nos viene a la cabeza la pregunta de…¿puede la IA juzgar los actos humanos?

Pros y contras sobre la IA juzgando actos humanos

En estos casos sobre si la IA puede juzgar los actos humanos son varios factores los que intervienen. Muchos son los filósofos, jueces o expertos que se oponen totalmente al uso de algoritmos para solucionar casos. Sin embrago, los expertos que están a favor consideran que la IA eliminaría influencias políticas o económicas, culpables de distorsionar los resultados. 

El hecho de que pueda una IA juzgar los actos humanos para muchos es garantía de neutralidad y eficacia. Pero habría que poner énfasis en conseguir una mirada crítica y precavida sobre los procesos de automatización y los análisis de datos. Ya que las respuestas de esta IA dependerá de ello. 

Usar la Inteligencia Artificial atrae muchas miradas debido a que agiliza mucho los procesos lentos, politizados y erráticos. En base a cálculos matemáticos que proporcionan un algoritmo la IA significaría un gran avance en términos de equidad. Sin duda esto es una gran ventaja para la sociedad. 

 

¿Quién está detrás de la programación?

Sin duda, esta es una pregunta que genera bastante controversia ya que realmente el término de justicia se basa en el punto de vista de quien programa. Es por ello que realmente no se sabe si el veredicto es 100% justo o no. Ya que al fin y al cabo es un software programado por alguien y el hecho de dejar juzgar a un algoritmo podría disfrazar la justicia de neutralidad tecnológica sin ser más que una realidad ideológica. 

Por ello se han llevado a cabo varios experimentos. Uno de los más famosos ha sido el realizado por la empresa israelí A21 Labs. El experimento consistía en condensar todo el trabajo realizado por la jueza Ruth Bader Ginsburg. Una de las juezas con más prestigio de los Estado Unidos, que contaba con más de 27 años de experiencia. Esta empresa israelí ha creado con la inteligencia artificial un chat que se basa en todas las repuestas que esta jueza dio en sus juicios. De esta manera, es posible intuir o aproximarse bastante a la respuesta que esta jueza hubiera dado. Sin embargo aunque pueda hablar como un juez no significa que pueda pensar como ellos. 

Hablar como un juez no significa que pueda la IA juzgar actos humanos 

Por muy correctas que parezcan las respuestas aún están lejos de pensar como lo hacia la jueza Ginsburg. Simplemente se debe a que es un algoritmo basado en las respuestas de esta jueza lo que quiere decir que no está razonando. 

De todas formas, aunque no se encuentre razonando, esta IA se ha instaurado en varios países como apoyo. Desde hace tiempo, la inteligencia artificial es usado para calcular cosas como la probabilidad de reincidencia o recuperar información de grandes cantidades de datos. 

Veredicto 

A pesar de que la inteligencia artificial obtiene grandes resultados respecto a la resolución de casos aun cuenta con varios frentes abiertos. Aun que sea capaz de registrar miles de respuestas o analizar millones de casos aun sigue sin razonar lo que significa que no podrá llegar a entender del todo la conducta humana. 

Cada caso es único por lo que cada juez debe de adaptarse a este como tal. Al igual que la IA puede apoyarse en casos similares para tomar una decisión, lo mismo pueden hacer los jueces. Pero esto no quiere decir que necesariamente ambos casos deban de tener el mismo veredicto. ¿Como podría una IA sustituir a un juez sin valorar la mirada del testigo o el tono con el que narra el relato? 

Aunque se trate de una tecnologia muy avanzada no llega a razonar como un ser humano y no comprende los motivos por los que una persona puede actuar. De manera que la Inteligencia Artificial de momento es una gran aliada para reducir carga de trabajo o realzar un análisis previo en cuestión de minutos. Pero aun no esta lista para juzgar por su cuenta los actos humanos.